Seguidores

viernes, 17 de abril de 2009

Evadiéndome


De nuevo el fin de semana, y solo hay en el aire deseos de escapadas,
Deseos de irme a mi pueblo, olvidarme por dos días de teléfonos, Internet, comunicación etc.
Solo estar en frente de la verde naturaleza, frente al atlántico
Evadirme en esos indescriptible paisaje para no pensar en nada, solo estar allí tirado, los ojos cerrados y verlo todo sin ver.
Sentirse uno solo en el mundo, que toda aquella maravilla me pertenece solo a mí, a nadie más, y que en la tierra no existe nada más que aquella paz.
Sentarme en aquella linda colina donde puedo ver varios kilómetros, de mar azul y playas blanca, sombreada por los árboles de uvas de playa, ver fundirse el mar con el cielo en un gran abrazo.
La majestuosidad de la palma de cana que nos brinda su belleza y los sentidos se pierden, las sensaciones afloran en este entorno, solo queda cabida para una gran paz interior, y de tantos regalos celestiales el alma goza y disfruta cada minuto de este paraíso.

Quisiera vaciar mi memoria y llenarla solo de esta visión .
Por mucho que quiera describirlo, no podría impedir quedarme corta, solo se que cada persona que he llevado allí, siempre ha querido regresar, y ha podido notar la magia de aquel lugar.
Bueno recordar todo aquello me ha dado deseos de verdad de irme,
¡pues me voy!
Perdoname, NUNU sé cuanto te gusta este lugar, y sé te dará nostalgia , verme evocar todo aquello que tu también tanto amas. Te prometo que cuando regreses iremos juntas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Llevame contigo, ¿sí?

Juan Antonio dijo...

Te comprendo, amiga.
Soy ariano, isleño y amante de la Naturaleza.

Disfrúatala y llena tu alma de la belleza que nos ofrece el Universo.
Pero no olvides que la maravilla más espectacular está en tu interior.

Un abrazo.

Juan Antonio

El canto de la ciguapa dijo...

Gracias Juan, por tu amable comentario, luego pasare por tu casa a leerte.
mucho saludos

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola...

Muy hermoso lugar, dichosa tú que lo puedes disfrutar.

Amar la naturaleza y aprovechar sus bondades es una muy buena manera de agradecer a Dios por tantas cosas hermosas.

Un abrazo.