Y llega de nuevo la navidad, me gusta mucho esta época me trae bonitos recuerdos de mi infancia.
Como ya deben saber los que me leen cuando era chica mis padres tenían poco dinero pero no por eso, dejábamos de pasarla bien, y bien al contrario hoy recuerdo con mucha nostalgia aquellos tiempos donde las cosas parecían tan simples. Donde todo estaba cargado de tanto amor de tanta felicidad que hoy día me pregunto porque los seres humanos nos afanamos tanto? es necesario tanta carrera? y porque se hace tan difícil alcanzar la felicidad a pesar de nuestra incesante carrera?. quizás buscamos demasiado lejos lo que tenemos tan cerca, o quizás la prisa que llevamos no nos permite darnos cuenta, que estamos dejando de lado las cosas importantes.
La navidad me trae recuerdo de olor a dulce de lechosa, a cerdo asado a mucha risas y alegría,
en mi casa mi padre sacrificaba los cerdo el día 23 de diciembre en la mañana. La tradición era sacrificar 2 cerdos uno era utilizado para hacer chicharrones y un gran sancocho el día 23 y el otro era preparado y sazonado para asarlo
Esto era todo un rito, mi madre preparaba una gran cantidad de sazón, con el cual banaba el cerdo que seria asado y lo dejaban toda la tarde para que este lo absorbiera bien. luego mi padre lo introducía en la pulla y preparaba el fogón donde lo comensaria a cocinar a eso de las 5 de la mañana del día 24.
También me gustaba mucho el dulce de lechosa o papaya que preparaba mi madre.
el día 21 mi mama recogía las lechosas verdes, las pelaba, las cortaba en tiras y las ponia al sol, así estas se desidrataban y secaban y el 23 en la noche preparaba el dulce, hacia una almíbar con canela y introducía la lechosas hasta que estuvieran cocidas y medio caramelizadas.
Otro gran acontecimiento para mi era que la noche del 23 celebrábamos el niño Jesús, una ocacion para recibir regalos, y aunque no eran cosas costosas, nos llenaba de mucha ilusion, recuerdo que cortaba flores de rompe saraguey, una flor en forma de ramilletes de color marfil y la colocábamos debajo de la cama para que el niño Jesús supiera donde dejar los regalos, que mucha veces no pasaban de una cajita de uvas pasas o una muda de ropa nueva, pero era todo evento para mi.
Después de todo un día tan lleno de emociones, y haber compartido un buen sancocho con amigos y familiares, era hora de ir temprano a la cama, porque al día siguiente debíamos levantarnos temprano, o mejor dicho mi padre debía aunque yo me negaba a quedarme en la cama. Quería ver como mi padre encendía el fuego de la fogata para asar el cerdo, hace siempre un poco de frió en esta temporada, pero mi madre preparaba te de gemjibre un poquito picante para calentarnos y así acompañabamos a mi padre.
Gracias a Dios mis padres aun viven, pero toda esta tradición se ha perdido. En el presente celebramos la navidad de un modo muy diferente, gracias a Dios no falta de nada, pero no es lo mismo. en estos tiempos el cerdo lo campramos ya asado el dulce de lechosa paso a ser remplazado por los diferente dulces que compramos en el comercio, no me voy a quejar, hoy se vive muy de prisa no hay tiempo para todas esas cosas, Ah la modernidad!!! creo que ha acabado con la magia de muchas cosas.
Pero bueno creo que en realidad lo importante de la navidad, es compartir con nuestros familiares, nuestros amigos y brindarles mucho amor, para sentir la magia de la navidad.
FELIZ NAVIDAD A TODOS.
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