Una gran verdad!!!!.

Ayer mientras trabajaba en mi taxi, abordé a una señora de unos 68 años, con la cual quedé maravillada, porque a pesar de su edad, esta poseía una increíble energía que manifestaba de una forma muy alegre.

Me comentaba, que su madre de 94 años aún vivía y que estaba muy bien mental y físicamente.

Al parecer, el único problema que afectaba su madre era una catarata que le impedía la vista; así que decidió operarla y ahora estaba muy bien.

La señora me decía:

– Ella es una persona muy mayor y aunque probablemente le quede poco tiempo de vida, es una de las pocas cosas que puedo hacer por ella…
– Aunque muchas personas me han dicho que eso es dinero perdido, yo no lo considero de esa manera, si puedo hacer que los últimos días de ella, sean de una cierta calidad…
– Quiero que mi madre pase sus últimos días bien.
– Prefiero hacer que esté bien mientras está viva, a comprarle una caja costosa cuando se muera.
– Debemos dar a nuestros seres queridos lo mejor mientras viven, porque después que mueren de nada sirve lamentarse.


Que gran verdad esta. Me dije.

A veces no les damos a nuestros seres queridos lo que necesitan en esta vida y quizás tampoco las suficientes muestras de cariño, y después que desaparecen es que reaccionamos dándonos cuenta, de todo lo que pudimos hacer y no hicimos.