En el mes de enero, después de mi regreso de Francia; al volver a la oficina me encuentro con que me cancelaron del trabajo. Esto me ocasionó tremendo problema, ya que había adquirido varios compromisos contando con mi salario.
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Me pase todo un mes bajo estado de shock… No sabia que hacer…
Empezar a buscar trabajo era una buena solución, pero mientras tanto uno tiene que vivir y las facturas de la luz, teléfono, agua… No paran de llegar… Esas empresas no entienden, ni les importa que uno no tenga trabajo, solo les interesa que le paguen. Así que debía buscar una solución rápida que me generara dinero, entonces recordé un día en el que por curiosidad le pregunte a un taxista, si ganaba lo suficiente con ese trabajo y me respondió:
-“se gana algo”, pero lo interesante de esto es que el dinero te llega todos los días.- Afirmó.
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Así es como tome la decisión de trabajar como taxista. Debo confesar que me sentí un tanto asustada, en un principio. Para tranquilizarme le conté a uno de mis hermanos lo que pensaba hacer, con la intensión de que este me diera un poco de aliento que me incitara a lanzarme en este proyecto.
Pero en lugar de eso, no recibí la repuesta que esperaba, pues mi hermano solo me dijo:
-“pero tu te estas volviendo loca” ¿o que?
- Es que acaso tú no sabes el peligro que eso representa…
- Además tú no sabes taxiar…
- Tú no vas a lograr copiar ni un solo servicio…
- Oh es que acaso, tu no ves que esa gente que trabaja en eso son unos vivos…
-Además atracan a los hombres… imagínate tu que eres mujer.”
Bueno, la cosa es que después de lo me dijo, realmente no supe si calificarlo como un “boche” o como un consejo…
Entonces me puse a pensar, que quizás él tenía razón, en parte, en cuanto a que yo no podría salir adelante en este medio casi exclusivo de hombres. En realidad yo conocía la ciudad, pero no sabia si lo suficiente como para ejercer este oficio.
Pero también me dije: -Si no lo intento, nunca lo sabré… Al mismo tiempo, necesitaba trabajar y por el momento no tenía otra opción, así que llame a una compañía de taxi, les pregunte cuales eran los requisitos de inscripción y si aceptaban mujeres. Estos me dieron una lista de los documentos que debía presentar y me respondieron que ser mujer no era un impedimento para ingresar.
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Me pase todo un mes bajo estado de shock… No sabia que hacer…
Empezar a buscar trabajo era una buena solución, pero mientras tanto uno tiene que vivir y las facturas de la luz, teléfono, agua… No paran de llegar… Esas empresas no entienden, ni les importa que uno no tenga trabajo, solo les interesa que le paguen. Así que debía buscar una solución rápida que me generara dinero, entonces recordé un día en el que por curiosidad le pregunte a un taxista, si ganaba lo suficiente con ese trabajo y me respondió:
-“se gana algo”, pero lo interesante de esto es que el dinero te llega todos los días.- Afirmó.
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Así es como tome la decisión de trabajar como taxista. Debo confesar que me sentí un tanto asustada, en un principio. Para tranquilizarme le conté a uno de mis hermanos lo que pensaba hacer, con la intensión de que este me diera un poco de aliento que me incitara a lanzarme en este proyecto.
Pero en lugar de eso, no recibí la repuesta que esperaba, pues mi hermano solo me dijo:
-“pero tu te estas volviendo loca” ¿o que?
- Es que acaso tú no sabes el peligro que eso representa…
- Además tú no sabes taxiar…
- Tú no vas a lograr copiar ni un solo servicio…
- Oh es que acaso, tu no ves que esa gente que trabaja en eso son unos vivos…
-Además atracan a los hombres… imagínate tu que eres mujer.”
Bueno, la cosa es que después de lo me dijo, realmente no supe si calificarlo como un “boche” o como un consejo…
Entonces me puse a pensar, que quizás él tenía razón, en parte, en cuanto a que yo no podría salir adelante en este medio casi exclusivo de hombres. En realidad yo conocía la ciudad, pero no sabia si lo suficiente como para ejercer este oficio.
Pero también me dije: -Si no lo intento, nunca lo sabré… Al mismo tiempo, necesitaba trabajar y por el momento no tenía otra opción, así que llame a una compañía de taxi, les pregunte cuales eran los requisitos de inscripción y si aceptaban mujeres. Estos me dieron una lista de los documentos que debía presentar y me respondieron que ser mujer no era un impedimento para ingresar.
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